En el medio de la habitación,
un objeto vivo respladecía.
Ese de tardes armónicas,
de noches punteadas y sueñoes de arpegios.
Ese de respiración en pick y sonrisa de madera.
Me senté, y simplemente con mis manos lo sostuve.
Y me habló,
me contó cada partitura,
cada 3/4 de nota y canción,
cada 4/4 de perfección y especiales solos.
Me contó de los dedos heridos en batalla,
de los que luchaban al revés,
de los rotos,
de los amplificados,
de los distorcionados y los acústicos.
Me habló ese mi amor...
que solo al sostenerlo me llevaba de Do a Si en un segundo,
ese de canción y rima,
que sin rima alguna era interpretado.
Y como un anillo con un dedo, o una gaviota con el mar...
Nos volvimos ese objeto que ahora era mio,
esa guitarra que ahora era mi guitarra...
Como mi guitarra y Yo.
un objeto vivo respladecía.
Ese de tardes armónicas,
de noches punteadas y sueñoes de arpegios.
Ese de respiración en pick y sonrisa de madera.
Me senté, y simplemente con mis manos lo sostuve.
Y me habló,
me contó cada partitura,
cada 3/4 de nota y canción,
cada 4/4 de perfección y especiales solos.
Me contó de los dedos heridos en batalla,
de los que luchaban al revés,
de los rotos,
de los amplificados,
de los distorcionados y los acústicos.
Me habló ese mi amor...
que solo al sostenerlo me llevaba de Do a Si en un segundo,
ese de canción y rima,
que sin rima alguna era interpretado.
Y como un anillo con un dedo, o una gaviota con el mar...
Nos volvimos ese objeto que ahora era mio,
esa guitarra que ahora era mi guitarra...
Como mi guitarra y Yo.
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