23 de marzo de 2011

Cali

En el fondo me lamento por perder tanto en este momento,
me sorprenden las apariencias, lo descaradas que son, lo mentirosas.
me sorprende que seas tan real,
me sorprende que esté uniendo letras por razones tan separadas de mi contexto.

Me siento en el lugar equivocado hasta las 4:00pm, después se hace de brisa y después de noche, me inundo de amor, de amor por unos edificios no muy altos, de amor por unas cuencas re perdidas y reencontradas, de amor por una gente que baila, saluda, sonríe y no protesta, de amor por unas calles sucias, unas calles llenísimas de historias, de amor por esto que es tan mío, este San Antonio, estos cholados, estas canciones, estos besos, estas luces.

Cali es complicada de describir, tendrá seguramente la misma esencia que describió algún día Caicedo o que relató una señora en una conversación con un amiga o que jugó un niño, o que caminó un adolescente, o que bailó un salsero, o que comió un gordito buenagente que ama las empanadas, pero los tiempos cambian, los sentimientos se transforman y hoy no somos los mismos...
Hoy dudamos a la hora de sentarnos a conversar con alguien desconocido, hoy ignoramos al planeta entero mientras escuchamos algún aparato, hoy no conocemos nuestra ciudad, hoy casi no sabemos quien es quien, hoy no hay charcos para bañarse, hoy ya no hay auto cine, hoy la salsa es distinta, hoy canalizaron los ríos, hoy somos otros, otros caleños.

Y hoy, nosotros que somos otros caleños, necesitamos más solecitos, más parques donde sentarnos, más sonrisas, necesitamos saber que es lo que tenemos, donde es que nacimos, de donde queremos salir tan rápido.

¿Qué debemos hacer?
Observar, empaparnos del sabor a Cali, llenarnos de expresiones caleñas, cantar canciones escritas aquí, tocadas aquí, aprender para venir a mejorar todo lo que tanto nos molesta, todo por lo que nos hemos quejado tanto.

No se preocupen, si huele a caña significa que todo está bien.

13 de marzo de 2011

A mi que me llenen mis cuadritos.

Me importa un carajo si hay algo que no te parece,
me importa un carajo tu respuesta a mi indiferencia,
me importa un carajo el enfoque que le des a tu vida...
Me importa un carajo y vos...
Carajo, vos me importas.

Esta vez no planeo cagarla en ningún momento, planeo en cambio llevarte de paseo a mi cielo, mostrarte mi camino, cantarte mi canción, señalarte mis gustos, aclarar los tuyos y que me bailes, que bailemos.

Planeo en cambio cambiarte de sonrisa, llevarte a clases de manos seguras y sacarte del estadio.
Planeo en cambio vivir, sin obstáculos y odios, mi realidad.
Planeo en cambio en cambio tocar cada nota, escribir cada letra, todo hasta conocerte, hasta aprender a enamorarme todos los días de vos.

Seguramente no tengo ni puta idea de que se siente pal***** *******te, pero se y tengo clarísimo que te adoro y quiero una historia con vos, de varios capítulos, de varios besos.
Se y tengo clarísimo que me siento como Sofía disfrazada de dinosaurio a tu lado.
Se y tengo clarísimo que nos falta vivir, pero yo ya siento el corazón hinchado, gordito y llenito de sangre que se enloquece por vos.

Vos llenas mis cuadritos, no todos, no siempre, los llenas y te agradezco por hacerlo.

Sueño parte1

Así fué como empezó la historia, eramos mi cabeza y yo caminando por algo que parecía por muchas razones una calle, eramos mi cabeza y yo tratando de analizar profundamente esas razones, a nuestro lado izquierdo había selva, plantas de numeroso follaje, arboles altos y gruesos, a nuestra derecha había selva, arboles altos y gruesos y plantas de numeroso follaje. Nuestro suelo estaba compuesto por tierra, tierra roja y seca y piedras, piedras grandes, era una calle, sin pavimentar y rodeada de selva, al frente nada, negro denso, oscuridad absoluta, atrás una luz, una luz que por desgracia sabía que no era para ser seguida, una luz que producía ganas de vomitar. Continuamos entonces, mi cabeza y yo, hacia el frío negro, dábamos pasos suaves, para no tropezar, yo pensaba un poco en mi cabeza, en todo lo que vagaba, en los errores que tal vez había cometido, seguí avanzando hasta que me tropecé con algo, no se sentía muy grande pero pesaba lo suficiente para hacer que mi pie se detuviera, recogí el objeto extraño y al instante supe que era una linterna, la encendí y comprobé mi pronóstico con exactitud: izquierda y derecha selva, atrás, luz vomitiva, abajo tierra roja, adelante... había cambiado mi panorama, sin darme cuenta en medio de la oscuridad estaba parado justo debajo de una puerta inmensa, de fuerza inmensa, abierta sólo para mi. Más adelante observe que el camino se desviaba un poco y ahora habían dos muros de color verde que lo demarcaban, seguí el sendero que me mostraba el piso y alcancé después de varios minutos de caminata, la mansión de Madame Elizabeth, lo sabía porque justo arriba de la puerta de la mansión había una tablilla indicándolo, no era ningún vidente, ningún adivino. El lugar era inmenso, monumental, desde mi perspectiva solo veía un edificio alto y macizo, lleno de ventanas y balcones, desde mi perspectiva todo estaba bien, hasta que la puerta se abrió y empece a preguntarme quien era.