Uno a uno pasaban los segundos,
me alejaba del tren, cambiaba mi ropa.
Añadía música, regalaba consejos.
Uno a uno se iban tus recuerdos,
divisaba horizontes, reía,
grababa disparates, componía locuras.
Uno a uno se sumaban los pensamientos,
engordaban las historias, se tejían algunos deseos,
se suponían sucesos y se lavaban las culpas.
Una a una aumentaban las sonrisas,
se mejoraban uno o dos medios, se olvidaban algunos seres,
me tragaba las ganas y huía de las responsabilidades.
Tus besos... fumados y después esfumados,
una, otra y otra vez,
por mi, por ti y por ellas...
Te necesito.
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