26 de abril de 2011

Calor.

Su espalda se me hace conocida.

-Disculpe?-

Nada, nada, es solo que los domingos se me salen los pensamientos por la boca, los domingos recuerdo mas de lo apropiado, los domingos visito la piscina, una azul, rodeada de baldositas de cuadritos, verde, azul, verde azul y piedras, grava barata de la que chuza las plantas de los pies, caliente, maldito sol de domingo.

 -Si, bueno, pero... ¿Que decía de MI espalda?-

Lo que pasa es que las espaldas me atraen, me gustan, me recuerdan a la playa, a los chocolates calientes, a los abrazos, a los segundos pisos de los buses, a las caricias que saben lo que quieren...
 Las espaldas tienen texturas de barrigas de lagartijas, lagartijas verdes como esas baldositas y sol, las espaldas tienen mucho maldito sol de domingo.
 Sol de sopa hirviendo, sol de buseta al medio día, sol de mañana libre, sol de cargas positivas, sol de hoy es un nuevo día y vamos a empezar, sol de maldito sol de domingo.

 -No entiendo nada de lo que usted habla pero en mi casa tengo una hamaca negra con círculos blancos que sé que podríamos compartir-

 De eso mismo estoy hablando señorita, calor.


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