10 de abril de 2011

Sueño parte2

Adentro había una pequeña plaza, una fuente en la mitad y pasillos formando un cuadrado al rededor, alguien festejaba algo, alguien celebraba algo; gente sentada en mesas redondas, comían, bebían, reían...
Giré mi cabeza hacia la izquierda y continué mi camino, ahora dirigido hacia una torre altísima que componía la casa, llegué entonces a su base, al inicio de la torre, una habitación acogedora me recibió, sillones acolchonados y pinturas importantes enmarcadas, divisé una escalera de piedra al fondo del recinto y me dispuse a seguirla, la escalera subía como cualquier otra escalera de caracol, girando, subiendo, cansando, después de varios pisos noté que cada escalón se hacía más angosto que el anterior, cada escalón era mas pequeño e incómodo para mi pie, de pronto escuché una voz detrás de mi, miré por encima de mi hombro y... -Se acabaron los peldaños-, me percaté de lo ciertas que eran esas palabras cuando ya me encontraba en dirección rápida e imparable a un inminente y estrepitoso suelo.

Morí, morí y a mis espaldas Elizabeth sonreía, sonreía y le explicaba a mi alma y a las de todos los presentes que ella solo hacía su trabajo, que ella solo seguía las leyes naturales. Decía esto mientras una bailarina de porte de muñeca danzaba como un cisne, dibujando círculos en el discurso pesado y monótono de Elizabeth.
En ese momento era yo, era yo pero ya había muerto, era el mismo pero ahora no tenía vida, eso lo tenía claro. 
¿Quien era?

Riiing, riiing...
-Lo siento madame, debo atender esta llamada-
Saqué mi teléfono del bolsillo y contesté...
FIN

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