22 de diciembre de 2011

Y me la paso esperando el sábado.

¿En qué mierda fué que me metí?
Se suponía que no, pero acá si, pasa, o sea, si.
Muchas veces el problema es que me la paso suponiendo, imaginando y esperando personas, situaciones, días, futuros.

Esta vaina aquí en el pecho de "noteconozco¿Quécarajos?" y este vacío horrible de "estásperono,noestásperosi". ¿Quién sos? y ¿de dónde saliste?

Sería una completa mentira decir que en este punto no te pienso, que no estás en algunos pedazos de mis días, que no te recuerdo, que no te imagino, que no te quiero más cerca. Pero, sería aún más mentira pensar en posibilidades, así pasa conmigo, "las cosas son muy imposibles", ¿algo? ¿qué?

Déjame seguir, no quiero, no quiero, sigue conmigo.

Escribo para mi, por otras personas, situaciones o cosas pero para mi y si, ese "alguien" es una interesante inspiración, pero también es Francesca, mi morado en la rodilla, las lágrimas del jueves y las crayolas rojas.

¿Qué me vas a conocer? Dale, soy un té mal revuelto, un chocolate guardado en la nevera, una pintura demasiado gastada, una chaqueta que no usábamos porque no recordábamos, una caída en el gris asfalto y un puto beso de buenas noches.

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