13 de agosto de 2012

Observa de lejos, recuerda, sonríe, espera.

Y cuándo no?
Cuando no usted pasándose por aquí, cortándome la lengua y alterándome los días.
Mire Monotonía, algún día voy a ser suya, pero por ahora no me joda, tengo un serio problema que resolver con la ausencia, con los espacios vacíos. Reemplazar manzanas con peras no se puede, sabía? Primero fue lunes que martes y aún así la repercusión de cualquier suceso afecta directamente una línea temporal protagonista, es por eso que las ausencias son tan relevantes en este momento y aún no puedo dejar que se apodere de mi, Monotonía, porque hay que eliminar ese vacío antes de rutinizar todo.

Los cambios sin interés son un desperdicio de energía, y, si son así, sin interés, permaneces invisibles hasta para los ojos protagonistas.
Las ausencias son un poco cambios sin interés, son un poco no prestar atención antes de que el vacío aparezca para darle espacio a la existencia. Y entonces, siendo así, llenamos los vacíos con lo primero que nos encontramos, o lo segundo...

Pero, una cosa es la sandía y otra muy diferente la mandarina, cada una llena de maneras distintas y dependiendo del dueño de la boca y de la vida.

Tal vez sí me enredé un poco en huecos, pero es precisamente con ese objetivo que estoy intentando por muchos medios saldar y cumplir y respirar y satisfacer, lentamente y sin repasar con mucho detenimiento medios anteriores.

La distancia es el colmo y por eso la alejaré un poco de mis temas, aunque sea irónico y un poco contradictorio.

A veces llenan los baches con piedras, otras veces esperan y mejor pavimentan la calle, soy impaciente, pero, por una calle con piedras en los baches el carving es un fracaso y los slides ni se diga.

Música, master.

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