19 de octubre de 2015

Home.

"Hogar" es nuestro lugar seguro, es el lugar en el que nos sentimos felices y tranquilos.
Hogar es ese espacio geográfico en el que no solo hallamos resguardo sino que finalmente nos encontramos a nosotros mismos.
Casa y hogar son sinónimos para mi, ninguno importa o significa más que el otro.

Podes decir que un lugar es tu casa cuando te sentís libre de bailar desnudo por todas partes esa maldita canción que has tenido pegada todo el día.
Podes decir que un lugar es tu casa cuando podes llorar durísimo y gritar sin miedo a que nadie te juzgue ni te reproche.
Podes decir que un lugar es tu casa cuando después de una jornada larga llegas a meterte bajo él y te acomodas despacito y te sentís increíble.
Podes decir que un lugar es tu casa cuando encierra de manera ideal todo lo bueno que hay en tu vida, cada una una de tus pasiones y gustos, todas tus frutas favoritas, pasta, arroz, besos, pijamas, etc.

Casa es ese lugar en el que descargas lo mejor y lo peor de lo que sos.
Las borracheras, las trasnochadas, los mejores platos de almuerzo, la pereza de levantarse de la cama, los postres, las series vistas de inicio a fin, el sexo a todo volumen y todas y cada una de las películas.
Casa es igual a sueños, a planes, a metas. Es igual a la construcción de una vaina rarísima que nunca voy a entender que se llama "vida".

Y hay muchas casas, y podes tener varias. Y también las personas pueden ser casas, o los perritos.

Cada quien con su respectiva casa y cada casa cubriendo respectivamente a su cada quien.

Tengo varias casas y en cada una de ellas me siento cómoda de distintas maneras.
A veces se siente necesario construir y habitar una más.

Home is where the heart feels comfy.

2 de octubre de 2015

Soy del tamaño de una hormiga bebé.

Siento que llevo 21 años gritándole a un montón de personas gigantescas que no me escuchan.
Siento que llevo demasiado tiempo hablando bajito.
Siento que me he pasado todo el rato tratando de subirme a lugares altos y de amplificar mi voz pero nada parece funcionar.

A veces como que vivo por debajo de todos, como que me mezclo entre las sensaciones y las actitudes, como que me agacho para que pasen por encima de mi o en algunos pocos casos me encojo para escabullirme entre la gente.

Parece ser que todas las personas debemos gritar o hacer algo demasiado llamativo para que nos note el resto del universo, parece ser que es mentira eso de que ser único y "uno mismo" es suficiente para destacar.

Todo está lleno de estándares demasiado elevados y casi siempre mi actividad favorita es empezar de cero.
¿Cómo carajos voy a cumplir todas esas expectativas en lo que me queda de vida empezando de cero una vez a la semana?
¿Cómo carajos voy a poder gritar lo suficientemente fuerte como para que me escuche todo el mundo si mido como 25 centímetros?

A veces me imagino a mi misma como esos niños pequeños que requieren imperativamente que alguno de sus padres escuche sus súplicas sobre la necesidad absoluta que tienen sobre un juguete en particular. Yo soy el niño pequeño. La vida es alguno de sus padres. El juguete es cualquier cosa, desde un pedazo de pizza, un abrazo o las ganas de que me dediquen una canción hasta tomar decisiones sobre mi trabajo de grado o comprender el sentido de mi vida.

Siento que de estos 21 años que llevo gritando solo durante pocos minutos algunas personas se han detenido a escuchar, pero los que lo han hecho no tardan mucho tiempo en la actividad. Lo cual me hace pensar que mi discurso es aburrido.
¿Será que llevo 21 años gritando la misma mierda?

Eso sería decepcionante y un poco más común de lo normal.

Creo que finalmente somos seres que llevamos vidas bastante reiterativas, algunos son perseverantes y otros solamente somos muy tercos.

Pero bueno, qué mierda.
Esto es a lo que se le podría llamar una crisis existencial.
Qué pereza.






11 de agosto de 2015

¿Qué?

Siempre me ha parecido muy particular que nos quejemos de los cambios de las personas que nos rodean como si nosotros también no nos adaptáramos a las situaciones y a la velocidad y al movimiento de nuestras propias vidas.

Pero pues, sería hipócrita decir que nunca he preferido a lo que solía ser de lo que soy ahora.
O sea, este no es el caso, pero pues si.

Todo puede pasar. Todo mientras uno lo permita y se mueva con el cambio. Todo mientras uno lo decida y propicie el movimiento. Igual, quedarse estático no es una opción. Hay que ampliar el universo cada que se pueda y si no se puede también.

No sé nada. Había escrito un montón de cosas que siento que no sé pero las borré, porque no sé nada.
Sobretodo no sé que debo hacer ni como enfrentar nada. No sé qué cosas valen la pena y cuales no.

No vine a este mundo para sufrir cosas que no son mías, siento que solo vine a reirme y a bailar en cucos. Y pues, realmente si suena mejor.

Tengo un montón de planes, quiero construir un montón de recuerdos, no me interesa nunca dejar de ser así de romántica como soy y quiero casarme.
Quiero cambiar el mundo, sonreír todos los días, exprimir jugo de naranja sin pereza y soñar cosas lindas.
Quiero que me saquen a bailar y que me dibujen cosas bonitas, quiero ser muy punk un día y luego ponerme vestido y depilarme las piernas.
Quiero emborracharme re duro y no arrepentirme al día siguiente.
Quiero ir a la mejor fiesta de mi vida y luego recordarla como tal.
Quiero que me escriban, que me desnuden, que me desgarren y me levanten; que me voltéen, que me describan, que me gasten, que me recuerden, que me celen y que me roben el aliento.
Quiero descansar un momento de tratar de mantener todo bajo control. Quiero poder perder el control y sentirme bien al respecto.

Estoy muy enamorada y no quiero dejar de sentirme así, agarreme duro la mano y por lo que más quiera, no me suelte que mire que junto a usted quiero conquistar el universo entero.

26 de abril de 2015

Siempre supe que esto era una pésima idea.

Es demasiado difícil tener el corazón tan completamente lleno de alguien y sentir que falta el aire y las ganas y el entorno y absolutamente todo cuando uno toma y quiere perrear y ese alguien ya no está.
Ese alguien con el que uno característicamente se ha logrado acomodar en el universo para que el perreo intenso sea un vaivén casi coreografiado pero no, casi planeado pero no.
Ese alguien con el que uno comparte el cigarrillo y los labios, y la borrachera y los porros, y el metraje de las películas y la ducha, y los viajes y los planes.
Ese alguien que uno a veces quisiera querer que se muriera pero en realidad no lo puede querer nunca.
Ese alguien que llena todos los espacios.
Todos los huecos.

Y luego ese alguien se va.
Y tal vez tiene otros planes.
Y tal vez besa otros labios.
Y tal vez ve otras películas.

Y uno llora y se siente maricamente abandonado en el mundo y es estúpido porque hay un millón de cosas más relevantes que esa, como los deshielos y las circunstancias políticas del país. Pero no, todo es irrelevante y uno solo quiere zanahoria y acomodarle los crespos.

Todo es muy puto y es mil veces más puto a medida de que pasan los días, sobretodo porque uno cree que la carga se aliviana pero no, aparecen otras mierdas, y el desenfoque y las líneas torcidas y ya no hay nadie con quien compartir los pancakes de garda triste.

Esto no tiene sentido, y yo lo sé.
Siempre, siempre, siempre, siempre, siempre supe que era una pésima idea.

Hace muchos días me había cansado de llorar.
Hace muchos días quería creerme el cuento.
Hace muchos días trato de dejar de querer correr a abrazarte y a sentir la malparida calma.

Estoy angustiado, ¿y qué?


20 de abril de 2015

Retos al tiempo.

¿Quién soy yo para decirle al tiempo que se quede quietico?
Nadie.

El tiempo no existe y a la vez existe tanto que, así yo no quiera, hace que cada fin de semana me aleje unos milímetros de recordar a que saben tus labios cuando comes cebolla.
Pero, eso pasa, ¿no? Eso se supone que es lo que debe suceder. Sobretodo en medio de esa condición de "eventualmente" en la que he decidido embutirlo todo.
Todo sucederá eventualmente.

No soy nadie pero a la vez soy un punto intergaláctico que se mimetiza y desaparece en medio de la magnitud tan hijueputa que es una o quince galaxias. Una o doscientas galaxias. No sé. A veces me parece que el espacio también es demasiado relativo. Tan relativo que no sé con certeza hacia qué parte del universo están mirando mis ojos cuando levanto la mirada pero a la vez puedo sentir mi cama y poblar mi habitación y percibir muchos espacios que ya no visito porque... porque ha pasado el tiempo.

Juntos, esos dos, son the end of me.

Pero en fin, el tiempo.
Es duro que sea tan determinante, tan agotable, tan "todo lo que hacés hoy se va a reflejar en el futuro".
Es re difícil querer romper esos límites. Ir, decir, volver, y así, verbos así, sin tiempo verbal.
Pero, de repente como que pasa, como que uno rompe toda esa mierda y en medio de unas ganas increíbles por situarse pronto en un futuro cercano, POW! se encuentra con un pedacito de pasado.
Y ese pedacito de pasado no sólo me hizo sonreír sino que me recordó un montón de cosas mías, de lo que solía ser y a la vez me hizo pensar en lo que soy ahora y en lo que quiero ser en ese marica futuro, tan raro.
Es un pedazo de un pasado súper raro, que resume un montón de cosas de una manera, también, muy extraña, pero es y existe y así solito significa resto.


A veces uno no entiende por qué ocurren momentos tan inolvidables y luego simplemente los tiene ahí en la cabeza por mucho tiempo.
Yo no sé muy bien a qué vine a este mundo pero me reconforta resto pensar que una de esas cosas fue darle la mano a Sergio mientras sonaba Not In Love.
Soy re marica y a mis amigos los guardo en un bolsillito especial. Justo en ese bolsillo voy a guardar ese video.

A veces me despierto super agobiado por un dolor en el alma que llevo varios muchos días tratando de entender.
A veces me acuerdo mejor de las cosas bonitas y reto un montón al tiempo.

5 de abril de 2015

De historias imposibles.

Muchas veces uno quiere hacer un millón de cosas que no puede alcanzar, decir un millón de cosas que no sabe decir, correr un millón de kilómetros aunque fume un poco más que de vez en cuando o resolver problemáticas mundiales siendo un ser ínfimo más bajo que el promedio normal de estatura del país que habita. 

Muchas veces me he visto enfrentada a situaciones frente a las que simplemente no se puede hacer nada, porque no, simplemente porque es imposible. Y eso sí que ha sido duro de comprender. 
Porque aún siendo ese ínfimo y terco ser que soy creo mucho en las posibilidades, creo mucho en que hay muchísimos millones de cosas que se pueden hacer al respecto y creo mucho en mí cuando tomo esa clase de decisiones.
Pero pues, paila, ¿no? a veces no se puede y ya.

Igual de eso va un poco la vida, de intentar todo ese millón de cosas imposibles y chocarse resto con todo y luego encontrar la calma y verse re tranquilo en un lugar cómodo y seguro. 
Espero mucho ese lugar cómodo y seguro, aún después de creer que ya lo encontré. 

Alguien me dijo que últimamente sonaba como una persona angustiada y creo que tiene razón, aunque difiero un poco de su opinión de manera temporal. Creo que llevo muchos años siendo una persona angustiada, vivo con unos afanes extraños, de hacer otras mil películas, de enamorarla otro poquito, de morirme, a veces, de comerme toda la pizza, de devolverme en el tiempo para comer más huevos en canasta, de seguir sintiendo la saliva de Alice Glass sobre mi cara, de comprar los tiquetes, de hacer más ejercicio. Puros afanes imposibles.  

Quisiera que este fuera uno de esos textos en el que uno dice algo como: ¡Pero ya no más! ahora soy una persona renovada y tranquila. Y pues, no, no es el caso. 

Las angustias se mantienen, pero, hay que manejarlas un poco, toca ensillar el pony. 

A veces uno necesita exorcizar demonios que ni existen, a veces uno escribe nomás por escribir y por calmar el desespero, la angustia. Otras veces si hay como muchas razones y sentidos trascendentales. En este momento de mi vida, aunque hasta a mi me sorprenda, prefiero mil veces la primera opción. 
Prefiero que arda pero poquito, que arda pero me pueda calmar, que duela como todo lo que me duele pero que se apacigue, que me pueda ocupar, que pueda consentir a Sonni y evitarlo todo. Por el contrario, las otras veces requieren demasiada atención, como cuando empecé a enamorarme y esas cosas, ahí no podía calmarme con nada, todo era eso y solo eso.
Una vez más, toca ensillar el pony. 

Pd: Hay una imposibilidad que me martilla la cabeza. Quisiera poder llevarla un día hasta A1689-zD1 para que pudiera ver todo lo que sucede aquí adentro con sus propios ojos. Es un laaaaaargo e imposible camino.

16 de marzo de 2015

16/03/15

Soy muy pequeña para ser buena. Las personas no me caben entre los brazos, la vida me queda grande y gruño y me quejo siempre de más.

Lo que no tengo de estatura me cabe en el pecho, manadas de rinocerontes, un elefante obeso, algunas mariposas amarillas o un gato blanco.

Soy un desastre que cree que sabe bailar, que cree que sabe besar, que cree que sabe escribir, que cree que sabe amar.
Soy un desastre que no tiene respuestas pero que a veces canta feo por amor. Soy un dinosaurio de mierda que se debió haber muerto con todos los otros hace millones de años. Pero sigo aquí. Jodiendo de maneras anacrónicas.
Soy una bola de punk que inspira solo ternura. Y un enredo re marica que no se halla más en la cama, ni en el universo. Soy todo de nada. Soy justo lo que no es. Soy justo lo que no estás buscando.
Pero ojalá lo encuentres. A alguien que te ame con más ganas, que se enoje menos, que tenga las cosas claras. Alguien que te abrace y te sientas a salvo y te llene y te haga gemir re duro. Alguien que corra, grite, pelee, golpee, muera, viva y explote por ti. Alguien que sepa que te gusta el bombon de limonada de coco y el helado de El Buen Alimento. Alguien que sepa leerte las intenciones y te invite a cine. Alguien que te recoja y te lleve a vivir una vida más linda, alguien que me gustaría ser, pero no soy. Alguien. No yo.
Te amo de maneras infinitas.
Descansa de mi y vive esta vida que te tocó porque es solo esta y no otra.

Will you marry me when you're seventy? You have nothing to lose.

4 de marzo de 2015

Hubo una vez su llegada.

No he sabido cuánto te fuiste, en verdad no sé a ciencia cierta si te fuiste pero arde, en cada ínfimo pedazo de mi piel, arde, sobre todo por eso, por pensar que arde tanto, por pensar en esa continuidad rota.
Y de repente PUFF, abrí los ojos y dibujaste mi silueta con tus pupilas, muy indecisa, con un miedo muy extraño que no sé muy bien ni dónde sentirlo.
Y de repente PUFF, tu silueta se dibujaba ahora por las luces de los carros, y una veranera, y helado, y Birdman y Harry Potter y sentir que era posible.
Y PUFF, supe que estaba ahí, yo, entera, bastante rota pero entera y que no necesitaba de ninguna pieza más porque ya las tenía todas.
Y miré y me arriesgué y golpee y tosí y lloré y fumé y contuve y corrí y me abstuve y cuando te tuve, medio te rechacé como obtención y mejor te acaricié la cara suave, para que no se te olvide que sos una nubecita.

Y luego me quedé pensando y quise trabajar mucho pero también entendí que debe pasar, que no se debe trabajar tanto.

Al final solo estaba esperando a la nada, a que el futuro venidero no me aplaste, a que la situación no se haga más difícil y el corazón no se rompa más, a que no te cueste mucho acomodarte y conjugarte en mis tiempos, a que decidas lo que sea que queras decidir y si eso implica quedarte en mi vida que te sintás en tu casa para que luego podás mimarme y nunca me solucionés el problema.

Me gusta sentir esto por ti, es lindo en Septiembre de 2012 y en Febrero de 2015.

A veces recuerdo como eramos y me da nostalgia, otra veces lo recuerdo y me molesta mucho. Yo soy otra y tu también, y en esa otredad hemos encontrado momentos valiosos. 
Me siento en un limbo muy extraño en el que un par de palabras pueden o llenar completamente mi pecho o vaciarlo y dejarlo sin nada. Entiendo poco pero siento mucho y por eso a veces no quiero entender. 

El tiempo es demasiado relativo.