26 de febrero de 2012

Cerca, cerca.

Botón, botón, beso, botón, botón, botón, mordisco apretado, botón, botón, beso, beso, beso, botón.

Ya te vas?
No, tu sabes que yo me quedo siempre, duermo contigo y en la mañana corro, enciendo un cigarrillo y silbo de vuelta.

Tal vez, dudamos, sofá.
Sabía, sabía que en el fondo y después de todo eras un poco mía.
Y eran las 3:24am, tenía frío, ganas de llorar y de que no fuera tanto miércoles, quería algo más fin de semana, algo más "ya casi te veo".
Pajaritos, miedos, canciones y hambre.

Preguntas puntuales, ¿quién eres?
Debo irme ya, ¿Qué quieres?
Vamos, vamos, ¿Te quedas?
Me quedo si me muerdes el cuello, me quedo si me alquilas tus manos, me quedo si me prestas tus sueños, me quedo si me pellizcas las mejillas, me quedo si me dejas comprarte tus labios con mis dientes, si no, bueno, también.

Tus pucheros y mis notas.
Ves? esto así no se puede.
Verde, azul, amarillo y gris.
Te escucho, te escucho, lo prometo.
4:00am

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